21 nov 2011

“El Pensamiento” en la Ciencia Cognitiva



Las teorías que han surgido de estudios científicos realizados en años recientes sobre pensamiento humano y toma de decisiones proponen que el pensamiento es más integrado y menos dual de lo que sugieren las nociones de la cultura popular. Debemos ser cautelosos ante las propuestas que sugieren maneras extremadamente simplistas de entender cómo piensan los humanos; así como evitar las dicotomías extremas y rígidas tales como “razón vs. emoción”, “intuitivo vs. lineal”, “creativo vs. critico”, “de cerebro derecho vs. de cerebro izquierdo”, “como en Marte vs. como en Venus”.
Algunas veces decidimos cosas muy rápidamente casi de manera espontánea, intuitiva frente a la situación que se nos presenta. . Muchas de las buenas decisiones que parecen intuitivas son realmente fruto de la experticia. , son el resultado de la experticia, del entrenamiento y de la práctica.



Se evitan muchos accidentes en las carreteras precisamente porque los conductores pueden ver las situaciones de peligro y reaccionar rápidamente para enfrentarlas, Las decisiones que asumen los conductores en esos momentos de crisis, así como las decisiones que toman los deportistas experimentados durante un juego o las decisiones que toma un maestro talentoso mientras interactúa con los estudiantes

Al tiempo que estamos inmersos en el mundo que nos rodea y en nuestra vida diaria, tomando constantemente decisiones de manera irreflexiva, también podemos estar pensando de manera bastante reflexiva acerca de algo.

Tal vez estemos preocupados por una determinación que tengamos que tomar sobre un proyecto importante en el trabajo o acerca de una relación personal, o sobre un asunto legal, o lo que sea. Recogemos información, consideramos nuestras opciones, exploramos posibilidades, formulamos algunos pensamientos sobre lo que nos proponemos hacer y sobre el porqué esta opción es la correcta.

En otras palabras, hacemos un juicio reflexivo y con propósito sobre qué creer y qué hacer – precisamente el tipo de juicio que constituye el centro del pensamiento crítico.

Recientes modelos integradores de la toma de decisión de los seres humanos proponen que los procesos de pensamiento de nuestra especie no se describen de la mejor manera como si fueran una dualidad en conflicto, como en el caso de “Intuitivo vs. Reflexivo”, sino como el funcionamiento combinado de dos sistemas que se apoyan mutuamente, “el intuitivo y el reflexivo”. Estos dos sistemas de pensamiento están presentes en todos nosotros y pueden actuar en paralelo para procesar cognitivamente los asuntos sobre los cuales estemos decidiendo.

Uno de los sistemas es más intuitivo, reactivo, rápido e integral. Así que, para no confundir cosas con las nociones de pensamiento en la cultura popular, los científicos cognitivos a menudo llaman este sistema “Sistema 1”. El otro, cuyo nombre es más fácil adivinar, es más deliberativo, reflexivo, computacional y regido por reglas. Se llama “Sistema 2”.

En el Sistema 1 de pensamiento, uno confía fuertemente en un número de maniobras heurísticas (atajos cognitivos), de características claves de una situación, de ideas fácilmente asociadas y de recuerdos vívidos para llegar con confianza y de manera rápida a un juicio. El Sistema 1 de pensamiento es particularmente útil en situaciones conocidas, cuando el tiempo es corto y se requieren acciones inmediatas.

Mientras el Sistema 1 está trabajando, otro sistema poderoso trabaja a la par, a menos que lo detengamos abusando del alcohol o de las drogas, o por temores o indiferencia. Llamado Sistema 2, este es nuestro sistema de pensamiento más reflexivo. Útil para hacer juicios cuando nos encontramos en situaciones desconocidas y contamos con más tiempo para resolver las cosas. Nos permite procesar conceptos abstractos, deliberar, planear anticipadamente, considerar opciones cuidadosamente, revisar y examinar nuestro trabajo a la luz de pautas, estándares o normas de procedimiento pertinentes.

Se cree que cada uno de estos dos sistemas cognitivos es capaz de funcionar para monitorear y potencialmente para anular al otro. Esta es una de las maneras como nuestra especie reduce la posibilidad de hacer juicios tontos o no tan buenos y hasta de cometer, en los juicios, errores potencialmente peligrosos. El pensamiento humano está lejos de ser perfecto. Incluso, un buen pensador comete errores tanto del Sistema 1 como del 2.

Hay momentos en los que malinterpretamos las cosas o nos equivocamos al recoger las pruebas y cometemos errores como resultado de ello. Pero a menudo nuestros errores están directamente relacionados con las influencias y las malas aplicaciones de métodos cognitivos no rigurosos (heurísticos). Puesto que tenemos la tendencia a utilizarlos, mientras tomamos decisiones, veamos cómo algunos de ellos nos influencian.

Esos métodos cognitivos heurísticos son atajos que, a veces, parecerían estar programados en el cerebro de nuestra especie. Influencian los dos sistemas de pensamiento, el intuitivo del Sistema 1 y el razonamiento reflexivo del Sistema 2.

Heurísticos Sistema 1

Disponibilidad. La llegada a la mente de una historia o recuerdo vívido de algo que le ocurrió a usted o a alguien cercano a usted, tiende a conducirlo a calcular con imprecisión la posibilidad de que eso le ocurra nuevamente. Las personas cuentan todo el tiempo historias de cosas que les ocurrieron a ellas o a sus amigos como una manera de explicar sus propias decisiones. Las historias pueden no ser científicamente representativas, los eventos pueden estar equivocados, malentendidos o malinterpretados. Pero, aparte de eso, el poder de la historia está en orientar, a menudo de buena manera, la decisión hacia una opción más que hacia otra. (Analogias)

Emocional funciona cuando se tiene una reacción inmediata, positiva o negativa, ante una idea, una propuesta, una persona, un objeto o lo que sea. Llamada a veces “reacción visceral”, esta respuesta emocional produce en nosotros una orientación inicial, positiva o negativa, hacia el objeto. Se necesita mucho razonamiento del Sistema 2 para contrarrestar una reacción emocional hacia una idea, pero se puede lograr. Y, a veces, debería hacerse, porque nada garantiza que su reacción visceral sea siempre correcta.

Asociación opera cuando una palabra o una idea nos recuerdan algo más. Por ejemplo, algunas personas asocian la palabra “cáncer” con “muerte”. Algunos asocian la palabra “luz del sol” con “felicidad”. Este tipo de respuestas de razonamiento asociativo a veces pueden resultar útiles, por ejemplo si asociar la palabra “cáncer” con “muerte” lo lleva a no fumar y a chequearse regularmente. Otras veces la misma asociación puede influir en que la persona tome una mala decisión; por ejemplo, si asociar “cáncer” con “muerte” llevara a una persona a volverse tan temerosa y pesimista que no buscara diagnosticar y tratar sus síntomas preocupantes de cáncer hasta que fuera demasiado tarde para hacer cualquier cosa.

Simulación actúa cuando usted se imagina varios escenarios en los que se pueden desarrollar ciertas situaciones. A menudo las personas se imaginan cómo se va a llevar a cabo una conversación o cómo las va a tratar otra persona cuando se encuentren con ella o qué van a decir o a hacer sus amigos, su jefe o un ser amado cuando tengan que tratar asuntos difíciles. Estas simulaciones, que son como películas en nuestra cabeza, nos ayudan a prepararnos y a tener un mejor desempeño cuando llega el momento difícil. Pero también nos pueden encaminar hacia expectativas equivocadas. Las personas pueden no responder como nos imaginamos y las cosas pueden resultar completamente diferentes. Nuestras preparaciones pueden fallarnos debido a que la facilidad de nuestra simulación nos llevó a pensar, equivocadamente, que las cosas deberían ocurrir como nos las habíamos imaginado y no resultaron así.

Similitud opera cuando nos damos cuenta de que nos parecemos a alguien de alguna manera e inferimos que lo que le pasó a esa persona es muy posible que también nos pase a nosotros. Este tipo de similitud funciona como un argumento analógico o como un modelo metafórico. La similitud a la que nos referimos podría ser fundamental e importante, lo cual haría que la inferencia se justificara



Heurísticos Sistema 2


La Satisfacción ocurre cuando estamos considerando nuestras alternativas. Cuando llegamos a una que es lo suficientemente buena para cumplir nuestros objetivos, a menudo consideramos que hemos completado nuestras deliberaciones.

La compañera de la heurística de satisfacción es la de temporalización, que consiste en decidir que la opción a la cual hemos llegado es “suficientemente buena por el momento”. Frecuentemente nos movemos por la vida satisfaciéndonos y temporalizando.

A veces miramos hacia atrás y nos preguntamos por qué nos contentamos con mucho menos de lo que habríamos podido tener. Si solamente hubiéramos estudiado más duro, trabajado un poco más, cuidado mejor a nosotros mismos y a nuestras relaciones, quizás no estaríamos ahora viviendo como lo estamos haciendo. Pero, en su momento, cada una de las decisiones tomadas a lo largo del camino fue “suficientemente buena para el momento”.

Por naturaleza somos una especie con aversión al riesgo y a la pérdida. Con frecuencia tomamos decisiones basadas en lo que nos preocupa perder, más que en lo que podríamos ganar. Este resulta ser un enfoque más bien útil en muchas circunstancias.

Cualquier heurística solo es una maniobra, un atajo o impulso para pensar y actuar de una manera y no de otra, pero no es una regla a prueba de fallas. Muchas veces confiar en la heurística puede funcionar bien; pero no funcionará todo el tiempo para alcanzar lo más deseable.

Anclaje con Ajuste actúa cuando nos encontramos haciendo juicios evaluativos. Lo más natural para nosotros es localizar o anclar nuestra evaluación en algún punto de cualquier escala que estemos usando.

Por ejemplo, el profesor dice que la calificación del trabajo de un estudiante es C+. Luego, en cuanto vamos encontrando otra información, podemos ajustar ese juicio. El docente puede, por ejemplo, decidir que el trabajo es tan bueno como otros que fueron calificados con B- y, por lo tanto, ajustar la calificación hacia arriba en la escala.

Lo interesante de esta heurística, es que normalmente no empezamos una evaluación nueva. Hemos soltado el ancla y podemos halar o soltar la cadena un poco, pero no sacamos el ancla del fondo del mar para reubicar nuestra evaluación. Las primeras impresiones, como dice el dicho, no pueden deshacerse. Lo bueno de esta heurística es que nos permite seguir adelante.

Hemos hecho la evaluación; tenemos otros trabajos para calificar, otros proyectos para hacer, otras cosas en nuestra vida que necesitan atención. No podríamos aguantar mucho tiempo si tuviéramos que reevaluar cualquier cosa constantemente como si fuera nueva. Lo desafortunado de esta heurística es que, a veces, soltamos el ancla en el lugar equivocado; nos cuesta trabajo darles a las personas una segunda oportunidad para que puedan causar una primera buena impresión. 


Ilusión de Control se evidencia en muchas situaciones. Casi todos nosotros sobreestimamos nuestras habilidades para controlar lo que va a suceder. Hacemos planes de la manera como vamos a hacer esto o lo otro, a decir esto o aquello, a manipular la situación de uno u otro modo, compartir o no una información o una posibilidad, todo el tiempo pensando que, de alguna manera, nuestros pequeños planes nos permitirán controlar lo que suceda. Actuamos como si los demás estuvieran danzando en los extremos de las cuerdas que estamos halando, cuando en realidad la influencia que nuestras palabras o acciones ejercen sobre los eventos futuros puede ser bastante insignificante.
Relacionada con la heurística de Ilusión de Control se encuentra la tendencia a malinterpretar nuestra influencia o responsabilidad personal en acontecimientos pasados. Esto se llama Visión Retrospectiva Sesgada Podemos sobreestimar la influencia que nuestras acciones han tenido en eventos en los que las cosas salen bien, o podemos subestimar nuestra responsabilidad o culpabilidad cuando las cosas salen mal.

La investigación acerca de los patrones heurísticos de toma de decisiones que hemos compartido con ustedes, no pretende evaluarlos como patrones necesariamente buenos o malos de pensamiento. Temo que la manera como los abordé anteriormente pudo no haber sido todo lo neutral y descriptiva que ha debido ser. La dependencia de esos métodos cognitivos heurísticos puede en realidad ser una forma eficaz de tomar decisiones, dada la complicación que tienen nuestras vidas. No podemos dedicar al máximo nuestros recursos cognitivos en cada una de las decisiones que tomemos.
La cultura popular ofrece otro mito acerca de la toma de decisiones que vale la pena cuestionar. Se trata de la creencia de que cuando tomamos decisiones reflexivas sopesamos con cuidado cada una de las opciones que tenemos, dándole a cada una a su turno, la debida consideración, antes de decidir cuál vamos a adoptar.
Aunque quizás debería ser así, la investigación sobre toma de decisiones en los humanos muestra que sencillamente no es esto lo que ocurre.

Estructura de Dominio, esta teoría sugiere que cuando escogemos una opción particular, que es suficientemente buena, tendemos a exaltar sus méritos y a disminuir sus fallas en comparación con otras opciones. La exaltamos en nuestra mente hasta que para nosotros se convierte en la opción dominante. De esta manera, a medida que nuestra decisión va tomando forma, adquirimos confianza en nuestra elección y nos sentimos justificados para descartar las otras opciones, aunque objetivamente la distancia entre cualquiera de ellas y nuestra opción dominante sea pequeña.

Comprender el fenómeno natural de la estructura de dominio nos puede ayudar a entender por qué nos queda tan difícil lograr que los demás cambien de opinión o por qué nos parece, que las razones de nuestras decisiones son mucho mejores que cualquiera de las objeciones que los otros pudieran tener frente a ellas.

Esto no quiere decir que tengamos la razón o que estemos equivocados. Más bien, vale para hacer la observación de que los seres humanos podemos construir inconscientemente defensas alrededor de nuestras elecciones, lo cual puede resultar en una confianza justificada o no para actuar con base en esas elecciones.

Al darse cuenta del poder que tiene la estructura de dominio, uno solo puede comprometerse más con la importancia que tienen la educación y el pensamiento crítico. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para informarnos exhaustivamente y para reflexionar cuidadosamente sobre nuestras elecciones antes de hacerlas, porque después de todo, somos humanos y tenemos la misma posibilidad que tiene la persona de al lado de creer que tenemos la razón y que es ella la equivocada, una vez que la estructura de dominio se comience a erigir. Frenar ese proceso para reparar las malas decisiones, lo cual es posible, puede ser mucho más difícil que hacer las cosas bien desde el principio.




FUENTE:
Fragmento tomado del texto de Peter Facione

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